Puente de Carlos
¿Por qué es tan famoso el puente de Carlos?
El puente de Carlos, Karluv Most en checo, es, junto con el reloj astronómico, el monumento más fotografiado de Praga y uno de los reclamos de la ciudad.
Esto se debe a la antigüedad que tiene, pero sobre todo a la belleza que desprende, sobre todo si se contempla de noche o en un día de niebla.
Qué ver
El puente
Es una estructura de piedra construida sobre el río Moldava para unir la ciudad vieja, Staré Mesto, con la ciudad pequeña, Malá Strana, y la zona del Castillo.
En la actualidad es totalmente peatonal, pero no fue así en sus orígenes. Estos se remontan al siglo XIV, cuando estaba reinando Carlos IV, de ahí su nombre, que decidió comenzar su construcción debido a que el puente que había, el Puente de Judit, había sido destruido por una inundación.
Anteriormente al de Judit hubo otro puente de madera sobre las aguas, que databa del siglo X.
Una vez finalizada la obra, este puente contó con 4 carriles distintos, dos en cada sentido, por los que circulaban cada día los distintos carros y carruajes. El tráfico era intenso, ya que se convirtió en la vía principal que comunicaba las dos zonas separadas por el río.
Las estatuas
Además del puente en sí, que ya es muy bonito, destaca por las 30 estatuas, 15 a cada lado, que lo adornan. Son esculturas de estilo barroco realizadas a comienzos del siglo XVIII y representan a los patrones de la ciudad.
Estas esculturas fueron realizadas por dos artistas muy importantes checos: Matthais Braun y Jan Brokoff.
De hecho verás las copias, porque las originales están en el Museo Nacional de Praga y en Vysehrad.
Todas ellas son verdaderas obras de arte, pero has de fijarte en algunas que resultan más especiales como el Crucifijo, el Calvario, San Luthgard y San Juan Nepomuceno.
Esta última te interesa especialmente viajero, te diré porque, además así podrás quedar de listo con los acompañantes de tu viaje.
Juan Nepomuceno, era confesor de la reina, y fue arrojado al río a finales del siglo XIV por orden del rey Wenceslao IV, porque no le quiso confesar los secretos de su mujer. 400 años más tarde fue santificado.
Su estatua se encuentra en el punto donde lo tiraron y una vez que estés ante su estatua cuenta la leyenda que has de pedir un deseo, pero para que se te conceda debes poner tu mano izquierda en la representación de su martirio, que está en la base.
Las torres
Aún hay algo más que debes observar en tu visita a este lugar tan especial de la ciudad.
A cada lado del puente hay una torre, ambos edificios se levantaron para proteger el puente y son dos ejemplos perfectos del estilo gótico, de hecho tienen la consideración de ser las mejores obras de este estilo del mundo, ahí es nada.
Algunos datos sobre el puente
No siempre recibió este nombre, en cuanto se finalizó se denominó Puente de Piedra, fue 500 años después cuando le pusieron el actual.
Su extensión es de 520 metros de largo y 10 de ancho que se apoyan en 16 arcos.
Para poder hacer frente al pago de su construcción se cobraron peajes por utilizarlo durante un período de dos siglos.
No solo es el puente más importante de Praga, sino que es el segundo más antiguo de toda la República Checa.
Su diseño fue encargado al arquitecto que también realizó los planos de otros monumentos emblemáticos de la ciudad, como la Torre de la Pólvora y la Catedral del Castillo.
En el siglo XVII, lo que se encontraban las personas que lo cruzaban no eran estatuas, sino cabezas, en concreto 27, de los líderes de los rebeldes que se levantaron contra el imperio de los Habsburgo, en la denominada Batalla de la Montaña Blanca, que puso fin al período Bohemio.
Dónde está
Esta maravillosa obra de arte se encuentra sobre el río Moldava, entre la ciudad vieja, a unos pasos de la plaza, y te lleva directamente a Malá Strana y a la zona del castillo.