Praga es una ciudad muy completa y aunque las visitas más importantes o imprescindibles son las de la Ciudad Vieja, el barrio judío, el puente o el Castillo, también tiene unas zonas que merecen ser visitadas, aunque no salgan en las guias o en las listas de atracciones más importantes.
Un ejemplo de algunos de los lugares más secretos para los habitantes locales o menos visitados por los turistas son las zonas verdes, que son todas bastante bonitas.
Principalmente hay 3 parques o jardines en los que puedes pasear y disfrutar de un ambiente más relajado, que no están tan saturadas como otros puntos de la ciudad, y así disfrutar de ellas casi para ti solo.
Todas ellas se encuentran al otro lado del puente de Carlos y cruzando el río, formando parte del barrio de Malá Strana. Estas son la Isla Kampa, el monte Petrín y el jardín Vrtba.
Cada una de ellas tiene su encanto propio y nos ofrece distintos atractivos o motivos por los que visitarlas.
Por ejemplo para subir al monte Petrín puedes utilizar el funicular y luego subir a una copia de la torre Eiffel con estupendas vistas.
Si te diriges a la isla Kampa podrás ver molinos medievales y un muro dedicado a la figura de Jhon Lennon.
En los jardines Vrtba, podrás pasear por un jardín botánico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Sorprende a tu pareja o a tus compañeros de viaje y llévalos a estos lugares, seguro que agradecen salirse del recorrido típico que realizan todos los turistas.